En el legado de Hernán Guiloff Izikson encontramos un faro de amor inagotable, un coraje que inspira, una resiliencia que conmueve y una gratitud que ilumina el camino. Que su paz eterna nos recuerde que en la oscuridad siempre hay espacio para la luz, y en el dolor, la oportunidad de crecer y amar con renovada esperanza.
Mis sinceras condolencias a la familia de quien fuera destacado Presidente de la Sociedad Nacional de Minería y apreciado amigo