En memoria de ADRIÁN GUZMÁN DEL RÍO, recordemos que el amor y la gratitud son semillas de esperanza que cultivamos en el jardín del alma. Que su coraje y resiliencia nos inspiren a abrazar la vida con valentía y bondad, encontrando paz en cada amanecer. Que su legado nos recuerde que aún en la oscuridad, la luz del amor nunca se apaga.