En el legado de Sylvia Béjares de Mangelsdorff perdura un canto de amor eterno que guía nuestros pasos con coraje y gratitud. Que su luz nos inspire a abrazar la vida con resiliencia, transformando cada instante en un refugio de paz interior. Que su memoria nos impulse a cultivar la esperanza, floreciendo en cada nuevo amanecer.
Sus funerales se efectuaron ayer sábado 20 de julio en el Cementerio Parque de San Fernando.