Que la luz del amor eterno que Yolanda Asfura Mansur irradiaba siga guiando nuestros corazones en momentos de oscuridad, infundiendo coraje para enfrentar desafíos con resiliencia. Que su legado de gratitud hacia la vida nos inspire a valorar cada instante y a sembrar semillas de paz en nuestro camino. Aceptemos el regalo de cada día con humildad y aprecio, recordando que el amor perdura más allá de la despedida. Que la esperanza florezca en nuestras almas, recordándonos que cada amanecer es un lienzo en blanco lleno de posibilidades.
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15 de octubre de 2019