En el suave abrazo del recuerdo, florece la resiliencia de Yenis, inspirando amor y gratitud en cada latido del corazón. Que su coraje sea faro de esperanza, y su paz, un bálsamo para el alma herida. En la senda de la vida, recordemos su luz con gratitud, cultivando flores de bondad y fortaleza en nuestro propio jardín interior. Que en cada sombra, encontremos la fuerza para seguir adelante con valentía, confiando en que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que el legado de Yenis sea guía en nuestra travesía terrenal.
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24 de septiembre de 2019