En el jardín de la vida, cada flor como Viviana Pérez Araya deja una huella única e inolvidable. Que su luz siga guiándonos, recordándonos que en la sencillez y la entrega reside la verdadera grandeza. Que su memoria nos inspire a cultivar la bondad, a regar los sueños con perseverancia y a florecer en cada acto de amor. En cada pétalo de esperanza, encontremos fuerza para abrazar el presente con gratitud y mirar hacia el futuro con valentía. Viviana vive en la eternidad de nuestros corazones, recordándonos que en cada amanecer hay un nuevo motivo para seguir adelante.
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7 de mayo de 2019