Que la luz del amor que Virginia irradiaba siga presente en nuestros corazones, recordándonos la importancia de vivir con coraje y gratitud. Que su espíritu resiliente nos inspire a enfrentar los desafíos con esperanza y valentía, sabiendo que la paz interior es nuestro refugio en tiempos difíciles. Que su recuerdo nos enseñe a apreciar cada momento y a abrazar la vida con amor incondicional. En su memoria, encontremos fuerza para seguir adelante, llevando su legado de bondad y generosidad en nuestros actos cotidianos. Que su partida nos guíe hacia un mañana lleno de esperanza y luz.
Publicado en el archivo
7 de marzo de 2020