En el camino de la vida, permitamos que el amor guíe nuestro paso, la gratitud abrigue nuestro corazón y la resiliencia fortalezca nuestro ser. Que la paz sea nuestro refugio en los momentos de tormenta, y el coraje nuestra brújula en la adversidad. Recordemos con cariño a aquellos que han iluminado nuestra existencia, y sigamos adelante con la esperanza como nuestra compañera fiel. Que cada amanecer nos inspire a abrazar la belleza de la vida, y que cada anochecer nos traiga la serenidad para descansar en la certeza de que mañana será un nuevo día lleno de posibilidades.
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8 de mayo de 2020