En el jardín de la vida, recordemos a Trinidad Cruz Fabres de Rolle con gratitud, suave luz de amor que ilumina nuestro sendero. Su coraje y resiliencia nos inspiran a abrazar cada día con valentía, mientras cultivamos la semilla de la esperanza en nuestros corazones. Que su memoria nos guíe hacia la paz interior, recordándonos que, en cada amanecer, florecen nuevas oportunidades para amar, crecer y sanar. Sigamos adelante con fe inquebrantable, conscientes de que cada paso que damos está tejido con hilos de amor eterno. ¡Que su legado de bondad nos guíe siempre!
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23 de mayo de 2020