En la suave brisa de la memoria de Tránsito del Carmen Muñoz Báez, encontramos la fortaleza para abrazar el presente con humildad, amar con intensidad y mirar al futuro con esperanza renovada. Que su legado de serenidad y bondad ilumine nuestros caminos, recordándonos que cada día es una oportunidad para sembrar amor y cosechar alegría. En cada latido de nuestro corazón, encontremos el eco de su dulce presencia, guiándonos hacia horizontes de luz y paz. Desde la humildad del alma, sigamos adelante con fe, nutriendo nuestra existencia con la semilla eterna del amor.
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16 de mayo de 2019