En honor a Teresa Echeverría Eguiguren, recordemos que en cada amanecer hay amor para sanar, coraje para avanzar y gratitud por lo vivido. Que su legado de resiliencia nos inspire a abrazar la paz interior, a florecer con esperanza en el corazón. Que cada lágrima derramada se convierta en un río de fuerza, cada recuerdo en una semilla de transformación. En el jardín de la vida, sembremos sonrisas, cosechemos abrazos y reguemos con la lluvia de la bondad. Que en cada suspiro encontremos la luz que guía nuestro camino hacia la plenitud.
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29 de mayo de 2020