Que el amor que Teresa del Carmen Soto Castillo sembró en cada corazón florezca en recuerdos llenos de gratitud y esperanza. Que su coraje y resiliencia inspiren a enfrentar la vida con valentía y fortaleza. Que la paz que transmitió perdure en cada amanecer, recordándonos que la luz siempre encuentra su camino. En cada suspiro, en cada sonrisa, en cada lágrima, su legado vive, recordándonos que el amor es eterno y que la esperanza es nuestro faro en la oscuridad. Sigamos adelante con la certeza de que su luz guía nuestro camino.
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17 de febrero de 2024