Que el legado de Teresa de Jesús Ahumada Encina nos inspire a abrazar con amor incondicional cada momento, afrontar con coraje los desafíos, cultivar la resiliencia en la adversidad, practicar la gratitud en la abundancia y encontrar la paz en medio de la tormenta. Que su memoria nos recuerde que en cada lágrima hay fortaleza, en cada sonrisa hay esperanza y en cada acto de bondad hay un destello de luz que guía nuestro camino. Sigamos adelante con el corazón rebosante de amor, siempre dispuestos a abrazar la belleza de la vida con gratitud y serenidad.
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8 de febrero de 2024