Que el amor que sembró Teresa Blanca González Rubio perdure en nuestros corazones, brindando coraje para enfrentar los desafíos, resiliencia para superar las adversidades, gratitud por la belleza de la vida y paz en los momentos de turbulencia. Que su legado inspire en nosotros la fortaleza para seguir adelante, recordando que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar la esperanza y la bondad. En su memoria, sigamos el camino con valentía, transformando el dolor en luz, y cultivando un futuro lleno de amor y significado.
Publicado en el archivo
1 de mayo de 2020