Que la luz del amor que Sylvia irradió durante su vida continúe iluminando nuestros días, recordándonos la importancia de amar con valentía y agradecer con gratitud cada instante. Que su coraje nos inspire a ser resilientes ante las adversidades, encontrando paz en los recuerdos y esperanza en el mañana. En cada sonrisa que compartimos, en cada acto de bondad, su legado perdurará, recordándonos que el amor es eterno y que en cada desafío hay una oportunidad para crecer. Que su memoria sea un faro de esperanza, guiándonos en nuestro camino con fe y amor inquebrantables.
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22 de enero de 2020