En el jardín de la vida, cada flor tiene un propósito único y especial. Que el legado de Stella Adriana Beazer Schulz sea recordado como una semilla de amor eterno, inspirando coraje en los momentos difíciles, resiliencia ante las adversidades, gratitud por las bendiciones recibidas y paz en los corazones afligidos. Que su luz siga brillando en cada sonrisa compartida, en cada gesto de bondad y en cada paso dado con esperanza. Que su historia nos recuerde que, aunque las lágrimas empañen nuestros ojos, el amor siempre encontrará la forma de sanar nuestras almas.
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7 de marzo de 2020