Que la luz del amor que Stanley irradiaba ilumine nuestro camino, recordándonos la importancia de la gratitud, la resiliencia y la paz interior. Su legado de coraje nos inspira a abrazar la vida con valentía y esperanza, sabiendo que cada momento es una oportunidad para amar y ser amados. Que su espíritu nos guíe en los momentos de oscuridad, recordándonos que la vida es un regalo precioso que debemos apreciar plenamente. Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y la mente llena de esperanza, honrando su memoria con cada paso que damos.
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22 de enero de 2020