En la memoria de Sonia Iris Loyola Bravo, recordamos su amor inquebrantable que sigue brillando en cada corazón que tocó. Su coraje y resiliencia nos inspiran a abrazar la vida con gratitud, sabiendo que cada desafío nos fortalece. En medio de la tristeza, encontramos paz en recordar su luz y su valentía. Sigamos adelante con esperanza, cultivando la bondad y la compasión que ella sembró en nosotros. Que su espíritu perdure en nuestro amor mutuo, recordándonos que en cada amanecer hay una oportunidad para crecer y ser luz en el mundo.
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28 de abril de 2024