En honor a Sonia del Carmen Vargas Contreras, recordemos que en cada amanecer hay un destello de amor que nos guía en la oscuridad, un soplo de coraje que nos impulsa a seguir adelante, una pizca de resiliencia que nos fortalece ante las adversidades, un susurro de gratitud por las bendiciones recibidas y una brizna de paz que acaricia nuestro corazón. A través de cada lágrima derramada y cada sonrisa compartida, mantengamos viva la llama de la esperanza, sabiendo que en el infinito abrazo del universo encontraremos consuelo y fuerza para seguir amando y creyendo.
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26 de febrero de 2020