En el jardín de la vida, el legado de Selma Rosselot Burgos florece eternamente, recordándonos el poder del amor y la gratitud. Su coraje y resiliencia brillan como estrellas en la oscuridad, guiándonos en momentos de incertidumbre. Que su paz infinita nos inspire a abrazar cada día con esperanza, fortaleciendo nuestros corazones con luz y compasión. En su memoria, recordamos que el amor perdura más allá de la distancia, y que su espíritu vive en cada acto de bondad y generosidad. Sigamos adelante con valentía, llevando su legado en nuestros corazones.
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15 de marzo de 2024