En honor a Sara Fernández Sotomayor, recordemos que en el jardín de la vida, el amor y la gratitud florecen eternamente. Con su coraje como guía, enfrentemos los desafíos con resiliencia, sabiendo que cada paso nos acerca a la paz interior. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía, a amar con intensidad y a cultivar la esperanza en los momentos de oscuridad. Que en cada amanecer encontremos motivos para sonreír y en cada atardecer, razones para dar gracias. En el corazón de Sara, perdura la luz que guía nuestro camino.
Publicado en el archivo
13 de agosto de 2019