En memoria de Salvador Hernán Alcalde Monckeberg, recordemos que en cada amanecer hallamos un nuevo motivo para abrazar con gratitud la vida. Que su legado de coraje y resiliencia nos inspire a seguir adelante con amor en el corazón, cultivando la paz en el alma. A través de los recuerdos que atesoramos, florece la esperanza de días luminosos y de horizontes infinitos. Que su luz siga guiándonos en el camino, recordándonos que en la adversidad también germinan semillas de fortaleza. Que su memoria nos enseñe a abrazar cada instante con pasión y compasión.
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10 de enero de 2020