En la luz eterna de los recuerdos de Rosa Adriana Miranda Ortiz, encontramos fortaleza en el amor compartido, coraje para seguir adelante y gratitud por los momentos vividos juntos. Que su memoria sea un faro de esperanza y resiliencia en nuestros corazones, guiándonos hacia la paz interior y la compasión con quienes nos rodean. En cada sonrisa, en cada lágrima, en cada suspiro, recordamos el regalo de su presencia en nuestras vidas y nos comprometemos a vivir con intensidad y autenticidad, honrando su legado con cada paso que damos.
Publicado en el archivo
15 de marzo de 2020