En el rincón más profundo de nuestros corazones, la luz del amor y la gratitud por el legado de Rodrigo Sánchez Casillas brillará eternamente. Que su valentía y coraje nos inspiren a seguir adelante con resiliencia, recordando siempre el poder de la bondad y la esperanza. En cada amanecer, encontremos la paz que solo el amor genuino puede ofrecer, creando un mundo donde sus enseñanzas continúen floreciendo. A través del recuerdo de su alma noble, abracemos con fuerza la vida, nutriendo cada paso con la chispa de la esperanza que él sembró en nosotros.
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7 de diciembre de 2019