En la memoria de Rodrigo Mujica Ateaga, recordamos su coraje que inspira valentía, su resiliencia que trae esperanza, y su gratitud que ilumina corazones. Que su espíritu nos guíe hacia el amor incondicional y la paz duradera. En cada amanecer, en cada suspiro, encontremos fuerza para seguir adelante con fe en el mañana. Que la luz de su recuerdo nos recuerde nuestra propia luz interior, nunca desvaneciéndose, siempre brillando con su propia esencia única. Sigamos el legado de amor y esperanza, transformando cada desafío en oportunidad para crecer y florecer.
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24 de marzo de 2024