Honremos la memoria de Roberto Alfredo Soto Mackenney recordando su amor incondicional y su coraje inquebrantable. En cada amanecer, dejemos que la resiliencia nos guíe, la gratitud nos llene el corazón y la paz nos envuelva en su suave abrazo. Que su legado nos inspire a abrazar la vida con valentía y compasión, afrontando cada desafío con fe y esperanza. En los momentos de oscuridad, recordemos que la luz siempre brilla en nuestro interior, guiándonos hacia nuevos horizontes de amor y bondad. Que cada latido nos recuerde el milagro de estar vivos.
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19 de enero de 2020