En honor a Ricardo Mena García-Huidobro, recordemos que en cada amanecer se ocultan promesas de amor y gratitud. A través del coraje y la resiliencia, podemos abrazar la paz interior que nos guía en tiempos de incertidumbre. Cada lágrima derramada se transforma en un canto de esperanza, recordándonos que la vida es un regalo precioso. Con valentía, sigamos adelante, sembrando semillas de bondad y compasión en cada paso que damos. Que el legado de Ricardo nos inspire a abrazar la vida con amor inquebrantable y agradecer cada instante con el corazón lleno de luz.
Publicado en el archivo
26 de junio de 2019