Que la luz del amor que René Humberto Reyes Soto compartió con el mundo nos anime a abrazar la vida con coraje y gratitud, a encontrar en la resiliencia la fuerza para seguir adelante, y en la paz interior el bálsamo que calma los corazones heridos. Recordemos su legado con cariño y permitamos que su espíritu nos guíe en cada paso, recordando que, aunque las ausencias duelen, el amor perdura en cada recuerdo. Que su memoria sea un faro de esperanza en medio de la oscuridad, recordándonos que el amor es eterno y trasciende más allá del tiempo.
Publicado en el archivo
13 de agosto de 2019