En el recuerdo de Rebeca Olave Ramírez, un alma llena de amor y coraje, descansa un legado de resiliencia y gratitud que ilumina los corazones. Que su luz inspire en nosotros la fuerza para abrazar la vida con esperanza y paz, recordando que cada amanecer es una bendición. Sigamos adelante, extendiendo nuestra mano con bondad y compasión, cultivando la semilla del amor en cada paso que damos. Que su memoria sea un recordatorio de que, en la oscuridad, siempre podemos encontrar la fortaleza para brillar con luz propia. En su honor, abracemos el presente con gratitud y valentía.
Publicado en el archivo
15 de octubre de 2019