En el jardín de la vida, la memoria de Raquel Uauy Bandez florece como una rosa eterna, recordándonos el poder del amor y la gracia. Su coraje y resiliencia brillan como estrellas en la noche, guiándonos hacia la paz interior. Que su legado nos inspire a abrazar cada nuevo amanecer con gratitud en nuestros corazones, sabiendo que la esperanza es un faro inquebrantable en la oscuridad. Sigamos adelante con valentía, con la certeza de que el amor perdura más allá de las palabras, tejiendo un tapiz de unión que nos sostiene en cada paso del camino.
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3 de junio de 2019