En el brillante legado de Raquel Rodríguez Traverso vda. de Del Río, perdura un canto de amor eterno que nos invita a abrazar la vida con coraje, gratitud y esperanza. Su luz interior sigue guiándonos hacia la senda de la resiliencia y la paz interior, recordándonos que cada día es una oportunidad para amar con intensidad y vivir con propósito. Que su memoria sea un bálsamo para el alma, inspirándonos a cultivar la bondad en cada paso que damos. En su recuerdo, encontramos el amor que trasciende el tiempo y el espacio, nutriendo nuestros corazones con esperanza infinita.
Publicado en el archivo
16 de julio de 2019