En el legado de Ramiro Góngora Escobedo, encontramos un faro de amor que guía nuestros corazones, una llama de coraje que nos impulsa a seguir adelante, una semilla de resiliencia que florece en la adversidad. Que su ejemplo nos llene de gratitud por cada instante vivido y nos inspire a abrazar el mañana con esperanza renovada. En su memoria, encontremos paz en la certeza de que su luz brillará siempre en nuestros recuerdos, recordándonos que el amor perdura, la fuerza nos sostiene y la esperanza nos guía hacia horizontes llenos de promesas.
Publicado en el archivo
18 de octubre de 2019