En la memoria de Raúl Enrique Zapata, recordemos siempre que el amor y la gratitud son los pilares que sostienen nuestras vidas. Que su coraje y resiliencia sigan inspirándonos a enfrentar cada desafío con valentía y esperanza. En la fragilidad de la existencia, cultivemos la paz interior y aprendamos a apreciar cada momento con humildad y bondad. Que su legado nos recuerde que en la oscuridad siempre habrá una luz que guíe nuestro camino hacia la sanación y la renovación. Sigamos adelante con el corazón lleno de amor y la mente llena de esperanza.
Publicado en el archivo
10 de julio de 2019