En el legado de Pilar Valenzuela Vera, florece la semilla del amor incondicional y la valentía de seguir adelante con gratitud en el corazón. Que su luz inspire en nosotros la fortaleza para abrazar la vida con resiliencia, cultivando la paz interior que nos guía en cada paso. Recordemos su ejemplo como un faro de esperanza que ilumina nuestros caminos, recordándonos que en cada amanecer hay oportunidades para renacer y florecer. Que su memoria sea un bálsamo para el alma, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia, sembrando semillas de esperanza en nuestros corazones.
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16 de febrero de 2024