Que el amor que Pedro sembró en sus días perdure en nuestros corazones, recordándonos que la resiliencia y el coraje son la luz en los días oscuros. Sigamos adelante con gratitud por los recuerdos compartidos, encontrando paz en la certeza de que su espíritu nos guiará en cada paso. Que su memoria sea un faro de esperanza, recordándonos que aún en la tristeza podemos encontrar fuerza para seguir adelante. Que cada amanecer sea un recordatorio de que el amor perdura, y que en cada puesta de sol encontremos consuelo en los recuerdos compartidos.
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12 de enero de 2020