En el jardín de la vida, cada flor como Paz de Diego Asusta es un recordatorio de amor infinito, coraje valiente y gratitud eterna. Que su memoria florezca en nuestros corazones, inspirándonos a abrazar la resiliencia en los momentos de oscuridad, a cultivar la paz interior que anhela el alma y a recordar que el sol siempre vuelve a brillar. Con cada suspiro, con cada paso, recordemos que la vida es un regalo precioso, lleno de oportunidades para crecer, amar y ser luz en el mundo. ¡Sigamos adelante con esperanza y compasión!
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17 de noviembre de 2019