Que la luz del amor inunde tu corazón, recordándote siempre el coraje y la resiliencia que Patricio Martín Robertson nos enseñó. En cada amanecer, encuentra la gratitud por las lecciones compartidas y deja que la paz interior te guíe en los momentos de incertidumbre. Que la memoria de Patricio Martín sea un recordatorio constante de que en la vulnerabilidad encontramos nuestra fortaleza. Que cada lágrima derramada se convierta en un brote de esperanza y que su legado perdure en tus acciones, inspirando a otros a abrazar la vida con amor y valentía.
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4 de febrero de 2020