Que la luz eterna de Pablina del Carmen Pérez Rioseco siga brillando en nuestros corazones, recordándonos que la verdadera grandeza reside en la humildad, la bondad y el amor incondicional. Que su legado de serenidad nos inspire a enfrentar los desafíos con valentía y a abrazar cada momento con gratitud. En su memoria, aprendamos a cultivar la esperanza como un suave susurro que nos guía en los momentos oscuros, recordándonos que siempre hay un amanecer esperando por nosotros. ¡Que su espíritu siga guiando nuestros pasos con amor y luz infinita!
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25 de mayo de 2019