En memoria de Orlando Baeza Manríquez, recordemos que en cada amanecer hay una nueva oportunidad para abrazar con amor, irradiar coraje y cultivar resiliencia. Agradezcamos cada instante vivido, cada sonrisa compartida y cada enseñanza recibida. Que la paz interior sea nuestro refugio en medio de las tormentas, y que la esperanza sea nuestra guía en el camino. Sigamos adelante con valentía, fortaleza y nobleza en el corazón, sabiendo que el amor que compartimos perdura más allá de la distancia física. En cada latido, en cada suspiro, Orlando vive en nosotros.
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11 de febrero de 2024