Que el amor y la paz que sembró Olga en vida guíen nuestros corazones con coraje y gratitud, recordándonos la resiliencia que todos llevamos dentro. En su memoria, encontremos fuerza para abrazar cada nuevo día con esperanza y propósito, sabiendo que su luz brilla en cada acto de amor que compartimos. Que su legado de bondad nos inspire a seguir adelante, superando obstáculos con determinación y fe en el poder del amor incondicional. En honor a Olga, celebremos la vida con gratitud y compasión, recordando que en cada encuentro reside la oportunidad de sembrar semillas de esperanza.
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9 de marzo de 2020