Que el legado de Norma Awad ruz nos inspire a abrazar con valentía cada momento, agradeciendo la belleza de la vida en todas sus formas. Que su memoria sea un faro de amor que ilumine nuestros senderos, recordándonos la importancia de la resiliencia y la gratitud. En la quietud del recuerdo, encontremos paz y fortaleza para seguir adelante con esperanza, con el corazón lleno de sus enseñanzas y su espíritu eternamente presente. En honor a Norma, cultivemos un jardín de sueños florecientes, regados con lágrimas de emoción y sonrisas de serenidad.
Publicado en el archivo
6 de noviembre de 2019