Con el amor como guía, recordemos a Ángela Martínez de Aravena como un faro de coraje y resiliencia. Su legado nos invita a abrazar la gratitud por cada instante de vida y a encontrar paz en los recuerdos compartidos. Que su valentía nos inspire a atravesar los desafíos con esperanza en el corazón. En cada amanecer, en cada susurro del viento, encontremos fuerzas para seguir adelante, sabiendo que el amor perdura más allá del tiempo y el espacio. Que su memoria nos impulse a vivir con pasión y bondad, honrando su luz eternamente.
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14 de abril de 2024