En el jardín de la vida, el recuerdo de Ángela del Carmen Muñoz Cuevas florece como una flor etérea, recordándonos que el amor y la gratitud son semillas que perduran en el alma. Con coraje y resiliencia, sigamos su ejemplo y abracemos la paz que nos brinda su memoria. Cada paso que demos sea impregnado de esperanza, y cada suspiro que dejemos escapar sea una melodía de vida y superación. Que en este viaje llamado vida encontremos consuelo en la luz que ella dejó, guiándonos con su amor incondicional hacia horizontes de serenidad y calma.
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25 de febrero de 2024