En memoria de Miguel Luis Elissalt Sepúlveda, recordemos que en el camino de la vida, el amor y la gratitud son faros que iluminan nuestros pasos, el coraje y la resiliencia son armaduras que nos fortalecen en las batallas, y la paz interior es el refugio donde encontrar calma en medio de las tormentas. Sigamos adelante con valentía, apreciando cada momento, sabiendo que la esperanza es la luz que nunca se apaga. Que su legado sea un recordatorio de que en cada amanecer hay una oportunidad para abrazar la vida con generosidad y bondad.
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16 de marzo de 2020