Que la memoria de Mauricio Duclos Gómez sea un faro de amor y gratitud, iluminando nuestros caminos con coraje y resiliencia. Recordemos su legado con cariño y sigamos adelante con corazones abiertos, encontrando paz en cada amanecer y esperanza en cada crepúsculo. Que sus enseñanzas nos inspiren a abrazar la vida con pasión y compasión, valorando cada instante como un regalo precioso. Que su espíritu nos guíe en el sendero de la existencia, recordándonos que el amor perdura más allá de la eternidad, fortaleciéndonos en la adversidad y celebrando la belleza de la vida.
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31 de enero de 2020