En el corazón de aquellos que amaron a Matilde Torres Luengo, su recuerdo florece como un faro de amor inquebrantable y gratitud eterna. Que su legado de coraje y resiliencia nos inspire a abrazar cada día con esperanza y paz, recordando que en la oscuridad siempre hay espacio para la luz del amor. Sigamos adelante con determinación y compasión, extendiendo nuestras alas de generosidad y bondad hacia los demás. Que su memoria sea un recordatorio constante de que el amor perdura, guiándonos hacia un futuro lleno de posibilidades y amor incondicional.
Publicado en el archivo
12 de noviembre de 2019