Que el amor infinito que Mary Streeter de Fuentes irradiaba ilumine nuestro camino, infundiendo coraje en nuestros corazones para enfrentar la adversidad con resiliencia. Que la gratitud por cada instante vivido nos llene de paz interior, recordándonos que la esperanza nunca se desvanece. En cada sonrisa, en cada lágrima, en cada suspiro, que encontremos fuerza para seguir adelante, sabiendo que el legado de Mary sigue vivo en el amor que sembró. Que en la oscuridad de la pérdida encontremos la luz del recuerdo, guiándonos con fe hacia un futuro lleno de amor y esperanza.
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19 de septiembre de 2019