En el legado de Martha María De la Noi Ballacey perdura un faro de amor eterno que guía nuestros corazones hacia la paz interior. Su coraje nos inspira a abrazar la vida con gratitud y resiliencia, recordándonos que en cada amanecer encontramos la fuerza para seguir adelante. Que su memoria sea un recordatorio de que incluso en los momentos más oscuros, la luz del amor y la esperanza brillan con intensidad. Sigamos su ejemplo, cultivando una actitud de bondad y compasión hacia nosotros mismos y hacia los demás, construyendo un mundo lleno de amor y armonía.
Publicado en el archivo
8 de enero de 2020