En la luz de tu memoria, encontramos el reflejo del amor eterno que guía nuestros pasos. Que la fuerza y coraje que siempre mostraste inspire nuestra resiliencia diaria, recordándonos que en cada amanecer hay una oportunidad para la gratitud y la paz interior. Que tu legado de bondad perdure en cada acto de compasión y generosidad que brindemos al mundo, siendo un faro de esperanza para quienes necesitan luz en sus momentos más oscuros. En tu honor, elegimos abrazar la vida con valentía y amor, sabiendo que tu espíritu vive en cada corazón que tocaste.
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12 de enero de 2020