En el luminoso legado de Marta del Carmen Gatica Gutiérrez, encontramos un cálido abrazo de amor inquebrantable que nos alienta a abrazar la vida con coraje y gratitud. Su espíritu resiliente nos susurra la fortaleza para seguir adelante, nutriendo nuestros corazones con esperanza y serenidad. Que su memoria nos guíe en los momentos de oscuridad, recordándonos que el amor perdura más allá de la distancia. En cada latido, en cada suspiro, encontremos el consuelo de su legado, y sigamos adelante con la certeza de que la paz será nuestro refugio.
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2 de febrero de 2020